¿PROBLEMAS EN PIEL? RESOLVER EL ACNÉ

¿Es frecuente ?

El Acné es una condición que afecta a muchas personas a nivel mundial, representando la octava patología más frecuente diagnosticada (2), con una incidencia en la población mundial del 9,4%, de mayor presentación durante la adolescencia (aproximadamente el 85% de los adolescentes la padecen), pudiendo continuar su afectación hasta la adultez. En Colombia no hay una estadística reciente que indique la incidencia general, según la revista colombiana de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica el acné ha sido la patología dermatológica de mayor diagnóstico en brigadas realizadas en Hospital Universitario «Federico Lleras Acosta», en  donde su diagnóstico representó el 17.9% en el año 2012 y el 18% en el 2016 de enfermedades relacionadas a la piel. (3)

En nuestra experiencia los pacientes llegan posterior a haber recibido múltiples lineas de tratamiento sin lograr resultados a largo plazo o posterior a generar reacciones adversas, con un importante impacto en su calidad de vida. Se ha descrito un aumento en relación a casos de depresión, ansiedad, trastornos de personalidad, de control de impulsos, así como aumento en relación a hospitalizaciones psiquiátricas, ausentismo laboral/escolar y suicidios. Es por esto que se hace necesario generar intervenciones integrales que busquen resolver ésta condición en el corto plazo y que se puedan sostener en el tiempo para generar estados de impacto real en el plano emocional, mental y físico.

Aborda el acné desde su origen para
lograr una piel saludable.

Previo a iniciar cualquier tratamiento se deben establecer las causas del desarrollo de esta condición, por lo que es necesario entender todos los factores que influencian externa e internamente al individuo, así como las respuesta a la exposición desde su nacimiento hasta el momento del diagnóstico (Concepto llamado «Exposoma») (4). Estos condicionantes van a llevar a modificaciones de la barrera cutánea por diferentes vías, generando desequilibrio y condicionando a un aumento en la producción de grasa predominantemente en rostro y espalda, queratinización del ducto de la unidad pilosebácea y desequilibrio de la flora bacteriana (pasando de la presencia normal de colonias de Cutibacterium/Propionibacterum acnes y Staphylococcus epidermidis a sobrecrecimiento de Staphylococcus aureus), llevando a la inflamación de la glándula sebácea propia de la ésta patología y manifestándose en las lesiones típicas del acné. 

Dentro de la consulta valoramos integralmente cada una de las siguientes condiciones, pudiendo ser más en el contexto de posibles disfunciones asociadas a otras patologías:

Principales causas del Acné:

Nutrición: Se ha documentado mayor incidencia de acné en personas con dietas de alto índice glicémico (Carbohidratos simples de rápida absorción que generan picos de azúcar en sangre), los que comen frecuentemente en día (elevación de insulina), relacionado al consumo de lácteos, proteínas con alto contenido de Leucina para aumento de masa muscular. Situación que se ha demostrado con baja incidencia en poblaciones que consumen dietas de bajo índice glicémico y en personas con defectos congénitos en el receptor relacionado a insulina tipo 1 (IGF-1). 

Estrés: se ha demostrado mayor frecuencia de acné en las poblaciones sometidas a estrés, se relaciona a la presencia de receptores neuro-hormonales en la unidad pilosebácea llevando a modificaciones del ambiente e inflamación en respuesta a la descarga hormonal que genera la percepción individual del estrés en diferentes grados y causas. Es por esto que se asocian con muchas patologías de trastornos del ánimo y de la conducta, así como insomnio, exposición prolongada a pantallas (aumento en la proliferación de Staphylococcus aureus) y patologías crónicas, dolor entre otras…  (7) 

– El uso de cosméticos y productos de belleza no adecuados que generan cambios en microambiente de la piel, condicionando a desequilibrio en la flora e inflamación y llevando a desarrollo de lesiones relacionadas al acné. Así mismo el uso de peelings mecánicos o químicos puede condicionar al aumento del desequilibrio y cronificar la inflamación. 

Acné

Ambiente húmedo y calor se relaciona con mayor frecuencia al desarrollo de ésta condición, que se demostró con el uso obligatorio de tapabocas posterior a la pandemia por SARS CoV2. Se cree que se relaciona a un aumento del tamaño (hiperplasia) de la glándula sebácea, disminución del estrato córneo del epitelio y aumento en la producción de grasa/sebo. 

Deficiencia de Zinc: Se ha documentado en estudios de revisión y meta-análisis la disminución de los niveles en sangre de Zinc en personas que tienen Acné respecto a la población general, por lo que su aplicación tópica y tomada es útil en el tratamiento. Esto se debe a que tiene implicaciones en múltiples vías metabólicas, su capacidad de disminuir la inflamación por diferentes vías y generar un efecto bacteriostático sobre las bacterias en sobrecrecimeinto (Otros flium de P. acnes). (8) 

Medicamentos: es frecuente la prescripción de retinoides y queratinolíticos en primera linea que disminuyen el rascado y las lesiones en muchos casos, pero condicionan a un disbalance del ambiente previamente descrito. Así mismo el uso de antibióticos (Eritromicina, Claritromicina) ha aumentado la resistencia hasta en un 50% de cepas de Staphyloccocus aureus a nivel mundial generando una flora bacteriana mas disbiótica. El uso de anticonceptivos andrógenos exacerban el desarollo de lesiones (Levonorgestrel, etnogestrel, desogestrel, etc), mientras que los combinados (Acetato de Ciproterona) parecen bajar el riesgo. Se ha observado una incidencia aumentada en pacientes con exposición a corticoides (prednisona, dexametasona, hidrocortisona, etc..) litio, Vitamina B12, quimioterapéuticos y probióticos (probablemente usados sobre una disfunción, ya que mostrado beneficio el uso de cepas de Lactobacillus ramnosus entre otras..).

Polución: aumenta la frecuencia de acné en personas que viven en ciudades urbanizadas respecto a las que lo hacen en zonas rurales, se ha asociado a la polución industrial y contaminación del aire que genera cambios en el micro-ambiente de la piel. Mayor exposición a comida industrializada que puede contener disruptores endocrinos (moléculas que inihiben la comunicación hormonal normal), así como su presencia en el agua, fertilizantes, entre otros…

Intervenciones Integrales:

Puede requerirse uno o más métodos para lograr la mejor respuesta, dentro de los abordajes realizo tratamiento así:

 

  • Genero cambios en hábitos alimentarios y manejo dirigido de posibles disfunciones gastrointestinales asociadas enfocados en equilibrar mecanismos hormonales, regulación del eje intestino-piel, disminuir la inflamación crónica, mejorar  niveles de azúcar en sangre y sensibilidad a la insulina. 
  • Uso de Aceites esenciales y Cannabis como opción a las primeras líneas de tratamiento  convencionales que regulan el sobrecrecimiento bacteriano y las vías de inflamación. (9, 10).
  • Modulación del estrés percibido, dado su relación con cambios neuro-hormonales que impactan en la barrera de la piel y la flora bacteriana.
  • Aplicación de medicamentos de regulación sistémica generalmente intradérmica que facilitan la resolución, disminuyen la inflamación y estimular la reparación del tejido. 
  • Suplementación Integral y Funcional con el uso de oligoelementos y vitaminas con escasas reacciones adversas, logrando una respuesta terapéutica sostenida en el tiempo y que potencie la respuesta. 
  • Sueroterapia dirigida a mejorar y estimular senderos de detoxificación para eliminar productos de desecho, disminución de la inflamación en el organismo, estímulo de funciones metabólicas y mejorar la sensibilidad de los tejidos a las hormonas en dis-balance. 

** La presente información NO pretende reemplazar la consulta médica de un profesional, busca principalmente difundir el conocimiento a las personas y ser usado como fuente de información personal que enriquezca la salud y el bienestar de nuestra población. 

«Mi enfrentamiento al problema con el acné siempre fue complejo porque me daban muchos medicamentos que eran muy fuertes y si los dejaba de tomar pues el problema volvía, nunca desapareció o se disminuyó si no dejaba de tomarlos entonces dure como 4 o 5 años pagando medicamentos muy fuertes y demás y no se me quitaba el problema.

El proceso de sanación ha sido increíble, en serio que desde el primer mes que comenzamos se ha notado el cambio, y me he sentido mejor no solo con mi problema facial sino en lo emocional también, los aprendizajes que he tenido es que efectivamente el alimento y las emociones pueden ser los cuales principales a mi problema y que puedo vivir una vida más sana alimentándome mejor.»

Juan Camilo Jimenez

BIBLIOGRAFÍA:

(1) Michalak, M., Pierzak, M., Kręcisz, B., & Suliga, E. (2021). Bioactive Compounds for Skin Health: A Review. Nutrients, 13(1), 203. https://doi.org/10.3390/nu13010203

(2) Habeshian, K. A., & Cohen, B. A. (2020). Current Issues in the Treatment of Acne Vulgaris. Pediatrics, 145(Suppl 2), S225–S230. https://doi.org/10.1542/peds.2019-2056L

(3) Velásquez, Margarita María. “Solidaridad y Compromiso Social En Dermatología.” Revista De La Asociación Colombiana De Dermatología y Cirugía Dermatológica, vol. 27, no. 3, 2019, pp. 166–167., https://doi.org/10.29176/2590843x.1149. 

(4) Dreno, B., Shourick, J., Kerob, D., Bouloc, A., & Taïeb, C. (2020). The role of exposome in acne: results from an international patient survey. Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology : JEADV, 34(5), 1057–1064. https://doi.org/10.1111/jdv.16119

(5) Rozas, M., Hart de Ruijter, A., Fabrega, M. J., Zorgani, A., Guell, M., Paetzold, B., & Brillet, F. (2021). From Dysbiosis to Healthy Skin: Major Contributions of Cutibacterium acnes to Skin Homeostasis. Microorganisms, 9(3), 628. https://doi.org/10.3390/microorganisms9030628

(6) B., Dagnelie, M. A., Khammari, A., & Corvec, S. (2020). The Skin Microbiome: A New Actor in Inflammatory Acne. American journal of clinical dermatology, 21(Suppl 1), 18–24. https://doi.org/10.1007/s40257-020-00531-1

(7) Dréno, B., Bettoli, V., Araviiskaia, E., Sanchez Viera, M., & Bouloc, A. (2018). The influence of exposome on acne. Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology : JEADV, 32(5), 812–819. https://doi.org/10.1111/jdv.14820

(8) Yee, B. E., Richards, P., Sui, J. Y., & Marsch, A. F. (2020). Serum zinc levels and efficacy of zinc treatment in acne vulgaris: A systematic review and meta-analysis. Dermatologic therapy, 33(6), e14252. https://doi.org/10.1111/dth.14252

(9) Mazzarello, V., Donadu, M. G., Ferrari, M., Piga, G., Usai, D., Zanetti, S., & Sotgiu, M. A. (2018). Treatment of acne with a combination of propolis, tea tree oil, and Aloe vera compared to erythromycin cream: two double-blind investigations. Clinical pharmacology : advances and applications, 10, 175–181. https://doi.org/10.2147/CPAA.S180474

(10) Peyravian, N., Deo, S., Daunert, S., & Jimenez, J. J. (2022). The Anti-Inflammatory Effects of Cannabidiol (CBD) on Acne. Journal of inflammation research, 15, 2795–2801. https://doi.org/10.2147/JIR.S355489

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